El Poder de los Ángeles en mi Momento de Crisis

Hace unos días, una profunda tristeza se apoderó de mí. Me sentí tan deprimida que solo quería quedarme en cama, sin fuerzas ni ganas de nada. El hermoso proyecto por los animales, que tanto me apasiona, parecía haber perdido todo significado. Incluso cosas tan simples como bañarme se convirtieron en tareas imposibles.
En mi cabeza, las frases negativas daban vueltas sin parar:
“¿Para qué trabajo tanto? Esto no tiene sentido. Nadie va a ver mi contenido, y mucho menos van a querer ayudarme.”
Ahora, mirando atrás, no puedo creer que fueran mis propios pensamientos los que me decían esas cosas. Yo, que llevo tiempo trabajando con los ángeles, que medito cada día, que juego en mi jardín con los animales y mis plantas. Sí, yo, porque soy un ser humano, y por más que tenga un camino espiritual, también me pasa. Porque soy humana.
A pesar de sentirme tan baja de ánimo, trataba de repetirme que esto era solo un bajón emocional. Le pedía a mis ángeles de amor que me ayudaran, que me cubrieran con sus santísimas alas. Lo repetía una y otra vez, aunque a veces las frases negativas volvían. Era una lucha constante: por un lado, me saboteaba, y por el otro, luchaba incansablemente contra mí misma y ese dolor tan intenso.
Una noche, me llevé a la cama un hermoso libro que compré de una escritora fabulosa, Isabel Sánchez Rivera: “Ángeles – Conectando con la luz” a quien agradezco de corazón por esa conexión tan hermosa.
Lo compré porque buscaba más información sobre el tarot angelical, y allí encontré exactamente lo que necesitaba. Siempre me ha llamado mucho la atención el tarot, pero el tarot angelical es especial para mí. Aprendí a comunicarme con los ángeles a través de la numerología y las cartas. Los siento a mi lado, y a veces llegan a mi cabeza ideas y mensajes que antes no entendía. Ahora lo acepto y lo entiendo: cuando ellos quieren comunicarse conmigo, saben que estoy atenta.
Cuando abrí el libro, justo apareció la imagen del Arcángel Miguel y su respuesta a todo lo que estaba sintiendo en ese momento:
“Las dudas y los temores han generado la situación en la que te encuentras, es posible que necesites aprender a diferenciar qué es lo que realmente necesitas para sentirte feliz y bien. Lo que más temes es precisamente la respuesta que estás buscando, actúa y afronta el miedo, al final del camino está el premio que buscas. Deja de luchar, el miedo solo se afronta acercándose a él y aceptando que existe. BAILA CON EL MIEDO Y DEJARÁ DE EXISTIR.”
Pero Miguel no vino solo. Como impulsada por esa magia divina, leí también el mensaje de Raziel:
“Algo está a punto de ser revelado, lo que aún no conoces y está por llegar. La luz necesaria a la situación actual, en breve obtendrás la respuesta que buscas.”
Y para llenarme de emoción, el Arcángel Chamuel me dijo:
“Es momento de tomar la confianza en ti, te envío amor incondicional a través de mi luz angelical, la energía positiva que elimina el miedo a lo que puede venir. No estás sola, la Divinidad y los seres de luz están acompañándote en el camino.”
Lloré, me emocioné demasiado. Y, como “cosa de ángeles”, mi depresión se fue.
En el libro “Ángeles – Conectando con la luz”, precisamente ese capítulo llamado “Cosas de Ángeles” me llamó mucho la atención y fui derechito a leerlo. (Cabe resaltar que nunca leo un libro de principio a fin, sino por capítulos, y el que más me llama la atención es el que leo primero).
Este capítulo habla de esa forma única que tienen los ángeles de comunicarse con nosotros, pero también de la importancia de aprender a escuchar, ver y entender esas señales.
Amo a los ángeles de Dios. Son mis guías en este plano físico, mis protectores y también mis maestros.
Gracias, ángeles de amor, por estar ahí siempre, y más aún en esos momentos en los que creo que estoy sola, pero es cuando más cerca están.
Cada vez que vuelva a sentirme baja de energía, repetiré sus nombres, y eso bastará.
Un mensaje y una invocación para ti
A ti que estás leyendo este artículo de mi blog quiero decirte que no es casualidad, y que, sea lo que sea por lo que estés pasando, quiero que estés seguro/a de que los ángeles de Dios están más cerca que nunca de ti. Dales la oportunidad de escuchar sus susurros, sus caricias y sus alas cubriéndote de amor. Solo debes aceptar su presencia en tu vida; lo demás lo harán ellos. Somos hojas al viento a las que ellos dan dirección. Nunca más te sentirás solo/a. Cuando sientas que algo te falta, solo di el nombre de alguno o llama a tu ángel de la guarda y dile que te abrace. Cierra tus ojos, abre tu corazón y te sorprenderás.
Invoca al Arcángel Miguel para que te ayude a disolver el miedo y te llene de fuerza y protección:
“Amado Arcángel Miguel, te invoco junto con tus ángeles de luz azul. Te doy las gracias por tu fuerza y por la ayuda que voy a recibir. Permite que mis temores se disuelvan, que tenga la fuerza y tu guía para solventar las dificultades que en este momento son parte de mi vida. Que tu amor y el inmenso poder de tu luz me protejan, guíen mi camino y ayuden a cortar con todo lo humano que me está perturbando. Reemplaza estos bloqueos con tu luz pura y el amor de los maestros ascendidos y seres de luz que te acompañan. Gracias te doy por tu ayuda, recibe todo mi ser de luz y haz que se una con la tuya en un Todo, un ser de puro Amor. ¡Gracias… Gracias… Gracias!”